Como hemos comentado en otras reflexiones, la violencia en el pololeo es un problema cultural, social y político que no sólo afecta a la víctima y a su familia, sino que a toda la sociedad. ¿Qué quiere decir esto? Que tanto el problema como la solución es responsabilidad de todos. Pero no mezclemos peras con manzanas, la violencia en el pololeo se enmarca en una problemática mayor: la violencia de género contra las mujeres.
Es verdad que los malos hábitos y las primeras manifestaciones de violencia (celos descontrolados, gritos, control, manipulación, entre otros ejemplos) pueden ser ejercidos y sufridos por cualquier persona. Sin embargo, es importante tener claro que la violencia de género afecta principalmente a niñas y mujeres en todo el mundo. Es decir, la violencia nos puede afectar a todos, pero asfixia y mata principalmente a las mujeres. Según las Naciones Unidas se trata de una pandemia mundial, debido que 1 de cada 3 mujeres en el mundo sufre o sufrirá algún tipo de violencia en algún momento de su vida, catalogando al “hogar” como el lugar más peligroso para ellas.
Esta grave situación nos motiva a seguir trabajando en la construcción de relaciones igualitarias, sanas y respetuosas que beneficien a hombres y mujeres. Con este trabajo buscamos el bienestar de toda la sociedad, pero apuntando a contribuir con la erradicación de la violencia contra las mujeres y los femicidios. Por esta razón, en el marco del Día Internacional por la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres que se conmemora cada 25 de noviembre, convocamos a adultos, jóvenes, instituciones y a cualquier persona que quiera sumarse y ser parte de la solución. Nos entusiasma soñar con un futuro mucho más esperanzador para todos, especialmente para mujeres y niñas.
