Distintas investigaciones sobre violencia doméstica han señalado que las redes de apoyo (personas que brindan contención y prestan ayuda) son indispensables para sacar a una víctima del círculo de la violencia. En peste contexto, nos gustaría reflexionar sobre en particular sobre los/as amigos/as. Si te preguntáramos si conoces a alguien en una relación poco sana, dañina, enfermiza o con violencia, seguramente nos dirás que sí.
Muchas veces escuchamos frases como: “los trapitos sucios se lavan en casa”, “no hay que meterse en problemas de pareja”, entre otros ejemplos. ¿Realmente crees que no te incumbe? Amigo/a, la violencia es un problema social y nos involucra a todos/as.
Solemos criticar cuando nuestros amigos/as cambian, se alejan, se excusan o se justifican, ¿verdad? ¿Pero te has preguntad0 por qué se comporta de esta forma? Generalmente, cuando se está en el círculo de violencia se actúa desde el miedo, el aislamiento y desde una posición de vulnerabilidad y confusión. Por esta razón te invitamos a criticar menos y ayudar más ¿Cómo?
- Observa: si el rio suena es porque piedras trae. No es tan difícil darse cuenta que un amigo/a lo está pasando mal.
- Acércate: hazle sentir a esa persona que no está sola.
- Escucha: trata de que la persona se sienta en confianza y escuchado/a.
- Apoya sin juzgar: actúa según el caso (dando consejos, trabajando la autoestima, incitando a denunciar, a pedir ayuda psicológica, a salir de la casa, etc.), pero siempre incentivando a salir del círculo de la violencia. Tómate el tiempo necesario, a veces son procesos lentos. Pero ojo, no esperes a que sea tarde.
Los trapitos sucios los lavamos entre todos/as. Cuéntanos si tienes más ideas!