El primer paso para salir del círculo de la violencia

El primer paso para salir de una relación dañina es contarle a alguien.

Subido el April 3, 2018.

Muchas veces nos enfrentamos a este círculo vicioso: nuestras parejas nos controlan, nos manipulan, nos tratan mal, nos gritan, nos violentan, nos amenazan, nos hacen daño, etc. Y vemos que es muy difícil salir de ahí. Para colmo, creemos que somos culpables, o peor aún, creemos que así es el amor: pasional e irremediable. Estamos atrapadas/os, estamos sufriendo, no podemos más, nos duele y no sabemos si algo puede cambiar.

La buena noticia es que siempre hay una salida, y que si somos víctimas de estos malos tratos NUNCA seremos responsables ni menos culpables. El primer paso para salir de una relación poco sana, dañina, riesgosa o peligrosa es contarle a alguien. ¿Pero a quién? A alguien que sea de nuestra total confianza y que podamos acudir para pedir ayuda en cualquier momento: mamá, papá, mejor amiga/o, prima/o, hermana/o, abuela/o, o quien sientas que es la persona correcta.

Pero, ¿qué pasa si no tenemos a quién contarle? Si sentimos que no tenemos a nadie de confianza, o que nadie nos va a creer, o que nos van a excluir, o simplemente tenemos miedo de lo que pueda suceder y no sabemos qué hacer, podemos recurrir a personas no tan cercanas pero que también nos pueden ayudar, como alguien en el trabajo, o en nuestro lugar de estudios.

También podemos acudir a instituciones que nos darán orientación profesional y que tienen la capacidad de gestionar y activar la alerta. En caso de que existan lesiones físicas se sugiere acudir a Carabineros (tienen la obligación de constatar lesiones); si no hay lesiones físicas se sugiere acudir a algún Centro de la Mujer, Tribunales de Familia, Centros de Salud. Además, puedes solicitar orientación y ayuda de forma gratuita y confidencial al 800 104 008 (Fono Ayuda Violencia).

Verás que al contarlo habrás dado el tremendo paso para salir del círculo de la violencia. ¿Por qué? Porque cuando alguien lo sabe hemos dado una señal hacia el exterior, hemos pedido ayuda, hemos levantado un muro de protección y hemos generado ruido y alerta. Ese alguien es quien recibirá nuestro relato y quien podrá ayudarnos, apoyarnos, escucharnos, consolarnos o lo que necesitemos.

Lo importante es el primer paso: ¡CONTARLO!

 

 

 

 

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